miércoles, 3 de septiembre de 2008

Despedida de un poeta a su musa

como empezar esta, la ultima de las cartas tuyas, querida musa? no lo se, supongo que nunca lo sabre, pues nunca se que se dice en una despedida. Supongo que habre de empezar por el adios, por el cuidate y espero todo salga bien, de esta manera quitando desde el principio las frivolas formalidades que habtian estas cosas. Despues, supongo que pasare a justificarme (y digo supongo, pues justificarse ante quien no sabe de la existencia de uno no parece verdadera justificacion), mencionando en esta carta el porque de mi decision. Veras, mi querida nina, desde hace dos a;os que sirves en mi alma como fuente de inspiracion, basando yo mi poesia en los fundamentos de tu belleza. Durante este tiempo, he vivido con la milesima esperanza de que algun dia, habiendo pagado ya por mis errores, permitiesen los dioses la felicidad que habria de encontrar junto a ti. Pero no fue asi, no fue asi porque me he dado cuenta que en verdad nunca fuiste mia (y dime, dulce nina, que es lo que uno debe hacer cuando cae en la realizacion que lo mas preciado en su corazon, no es sino una ilusion prestada, una novela, una ficcion?). Pero vamos mi pequena, no esteis triste por mi, pues esto sin dudar debe ser el mejor camino para los dos (asi, tu seguiras una vida sin percatar siquiera el cambio que habra acontecido, y yo...yo vagare, buscando suplantar el vacio que desde hoy siento). nuestras mismas amistades concuerdan, en que de esta manera seria todo mas facil, pues catalogan mi amor, como una ligera obsesion (lo se, lo se mi querida, se que no se puede entender lo que es amor sino se vive, mas creo que por una ves, aquellos fuera de lo nuestro, saben mejor la realidad, aquella realidad que la fantasia de tu belleza cubrio con tanto esmero durante todo este tiempo). Asi que supongo que este sera el ultimo adios, no sera galante y adornado, como aquellos a;os en que te habria seguido al fin del mundo, sera un adios seco, un adios enmascarado, un adios que no permita en tus ojos reflejarse el dolor que yo he sentido, sera un adios permanente,un verdadero adios.

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