Cierto dia, se encontraban maestro y alumno sentados en el parque, observando a la gente pasar. Despues de un rato de curiosas personalidades, llego a sus ojos un joven, bien vestido y de galante actitud, cuyo extrano proceder no podia pasar desapercibido en los ojos del alumno: primero, se paseaba unos segundos en circulos, esperando a que pasara alguna joven bella y solitaria, despues, tras haber encontrado a su victima, encontraba alguna excusa para entablar conversacion. una vez conseguido esta meta, proseguia a cortejar sublimemente a dicha srita, quien, confusa por la rapidez de estos acontecimientos, no podia sino sonreir confusa, apenas registrando lo que el joven decia. Despues, sorprendentemente el joven lograba hacerlas reir, sonrojarse, y lanzar un timido beso, cuyo destinatario esperaba, siempre ansioso, a una prudente distancia. Tras este curioso incidente, la joven proseguia su camino, dejando en manos de su nuevo amor un panuelo, simbolo de una relacion recien establecida. Ahora lo curioso de esto no era el acto en si, sino mas bien el que, una ves que la joven se hallaba a una distancia segura, el joven guardaba el panuelo, y repetia el mismo acto con la siguiente srita desprevenida;
Extranado por aquel comportamiento, el alumno volteo hacia su maestro, formulando la pregunta que rondaba su mente desde hacia ya unos minutos: "maestro, como es posible que alguien pueda cortejar tan facil a tantas personas?". El maestro, con un tono en el rostro que reflejaba el enojo que rara ves sentia, expreso en voz seca y grave: "Aquel que vez haciendo ese acto, no es alguien honorable ni digno de admirar, pues para poder hablar palabras de amor de manera tan superficial, uno debe dejar de ser vulnerable".
"Vulnerable?" pregunto el alumno, sin saber a que se referia su maestro.
"Si, vulnerable hijo mio, el ser vulnerable es lo que a nosotros nos da el sentimiento que damos dia con dia a nuestra musa, es aquello por lo que mas deseamos tenerla en nuestros brazos."
"Entiendo" respondio el alumno, "maestro, os debo confesar, que hoy mas que nunca deseo poder estar con ella, creo entender lo que decis sobre el ser vulnerable, el tener debilidad ante aquella que todo lo sabe de mi. Hace tiempo a;oro el poder estar con alguien, alguien a quien no ocultarle mis temores, mis deseos, mis fortalezas y debilidades, alguien a quien amar en alegria y consolar en tristeza. Hace tiempo que espero un amor mas alla de lo superficial, de risas y placeres, y busco en su lugar un amor duradero, de esfuerzo y merito, que tome mis sue;os y los una a los suyos, que seamos, en pocas palabras, cual alma que, tras haber sufrido dolorosa separacion, encuentre ahora a su contraparte, unionendose de nuevo en feliz exclamacion". Al escuchar esto, el maestro sonrio orgulloso, pues veia que su querido alumno comenzaba a madurar. "Sin embargo" continuo el alumno " tambien debo confesar que tengo miedo, pues esto maestro, es algo que nuna he experimentado, no se como dar un amor comprometido, cuando solo he vivido amores de infancia, de caprichos infantiles sin gran profundidad" ""no debes preocuparte hijo mio"" contesto el maestro ""pues en tus temores radica lo mas hermoso de aquel sue;o que teneis. Es dentro del mismo ideal que tanto anhelas en donde se encuentra el mayo temor, pues al dar todo de ti no sabes lo que habras de recibir, sin embargo, estate seguro que al encontrar quien quiera contigo compratir dicho anhelo, sentiras en tu ser no solo aquella dulce felicidad que conoces al vertir tu amor en poemas a tu musa, sentiras tambien la dicha de aquel que no solo quiere sino que tambien es querido, de aquel que encuentra valor al entregar sus temores, que encuentra amor al entregar sus esperanzas."
Y asi, pensando ambos tanto en los tiempos pasados de uno, como los venideros del otro, miraron por ultima vez con desden a nuestro joven cortejero, y caminaron juntos hacia el hogar, la mirada perdida y el corazon palpitando.
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