sábado, 12 de mayo de 2012

El vendedor.

Cuentan que alguna vez hubo
De todos querido un oficio
Un arte que poco hombre pudo
tener y ofrecer el servicio.

Vendía, rumoraban, recuerdos
retazos risueños, radiantes
memorias  de algunos momentos
que eran harto fascinantes.

Por años quiso la gente
A quién recuerdos vendía por docena
Más hoy le castigan, llaman indecente
de muerte su oficio es la pena.

Pues diose cuenta el mundo entero
que aquellas memorias amadas
ficciones eran, fabricadas
mentiras de un hombre harto artero.

Prohibidas fueron las memorias
La ley fue vivir el presente
Se prohibieron contar más historias
Se borró el ayer
se olvidó el tener
del ahora la mente ya ausente.

Y así continuaron sus vidas
sin recordar los momentos pasados
ignoraron viejas heridas
los recuerdos fueron olvidados.

Y entonces aquel sacro oficio
visto como antes la meta
fue ahora ante todos un vicio,
murió así por siempre el poeta